Buenos Aires, la ciudad que nunca duerme

Buenos Aires lo tiene todo y es multifacética.

 

Y por eso me animo a decir que, si tenés la dicha de visitarla, sentirás el mismo amor febril y salvaje que yo siento por ella. Y ella, eternamente seductora y astuta,  te dejará con ganas de más, de mucho más…

 

Y vas a volver… Sin dudas vas a volver y ella, para colmo de males, va a recibirte con agrado. Porque Buenos Aires es tan libre que no es mía ni de nadie, pero también tan auténtica y espontánea que se entrega a todos sin perder su esencia.

 

 

 

MICROCENTRO

 

Lo más destacado del microcentro porteño son la Plaza de Mayo, el Cabildo, la Casa Rosada, la Catedral, el Obelisco y el Teatro Colón.

 

La Plaza de Mayo fue el escenario de la Revolución de Mayo de 1810, que implicó para los argentinos el primer gobierno patrio y la antesala a la Declaración de la Independencia de la Corona Española. Es en la actualidad el epicentro de la mayoría de las manifestaciones populares (no te alarmes si te cruzás con personas movilizadas con banderas, bombos y carteles en reivindicación de algún derecho).

 

El Cabildo ejerció durante la época colonial atribuciones judiciales y de administración municipal. Hoy funciona allí el “Museo Histórico Nacional del Cabildo y de la Revolución de Mayo”.

 

La Casa Rosada es la sede del Poder Ejecutivo Nacional, donde se encuentra el despacho del Presidente de la Nación. En la semana solo podrás contemplarla de afuera, pero los sábados y domingos hay visitas guiadas.

 

Si bien la Catedral es modesta en comparación con las de otras ciudades, su visita es obligada.

El Obelisco es un monumento emblemático de Buenos Aires, construido en conmemoración del cuarto centenario de la fundación de la ciudad, ubicado sobre la también emblemática Avenida 9 de Julio (los porteños alardean con que es la más ancha del mundo y creo que tienen razón).

 

El Teatro Colón es el teatro de ópera de la ciudad, considerado uno de los cinco mejores del mundo. En general, se ofrecen visitas guiadas todos los días entre las 9 y las 17 hs.

Como en el microcentro porteño abundan los bancos, los edificios gubernamentales y las oficinas aconsejo visitarlo algún día de la semana, así se vive su caos tan característico.

 

Para comer en la zona:

 

Café Paulín (Sarmiento 635): lleno de oficinistas que comen parados en una barra en forma de U los mejores sándwiches del microcentro a un precio excelente.

 

Club del Progreso (Sarmiento 1334): cocina tradicional porteña con toques de autor. Todo exquisito.

La Cocina (Florida 142 1° Subsuelo al fondo): locro y empanadas catamarqueñas en un sucucho que no falla.

 

Veladas Virreinales – (Perú 220) pastas ricas y económicas en uno de los rincones más antiguos de la ciudad.

 

Mesón Navarro (Lavalle 168): paella, ostrones gratinados y gambas al ajillo con jamón y champignon. ¿Hace falta decir más?

 

Club Español (Bernardo de Irigoyen 172): cocina española y de la buena, aunque costosa.

El Cuartito (Talcahuano 937): el templo de la pizza en Buenos Aires. La mejor fugazzeta con jamón.

 

Tomar algo en la zona:

 

Si buscás algo tradicional y tranquilo:

Café Tortoni (Avenida de Mayo 825): el más representativo del espíritu tradicional de la emblemática Avenida de Mayo y una leyenda de la ciudad.

 

Si buscás un poco más de ruido:

 

The Killkeny (Marcelo T. de Alvear 399): un clásico del after office en el microcentro porteño.

Sky Bar (Maipú 907): tragos buenos pero costosos en la terraza de un decimotercer piso.

 

SAN TELMO

 

 

San Telmo es el casco histórico de la ciudad: caserones coloniales y calles angostas empedradas con adoquines son la impronta de este barrio.

Imposible no maravillarse mientras se camina por sus callejuelas y se visitan algunas iglesias antiguas, como la de San Pedro; museos, como el de Arte Moderno; y tiendas de antigüedades y de diseño.

 

Lo mejor: el Mercado de San Telmo, que parece haberse detenido en el tiempo y ofrece alimentos, artesanías y antigüedades; y la Feria de Antigüedades de San Telmo, que se desarrolla en la Plaza Dorrego y a lo largo de la Calle Defensa cada domingo.

 

Para comer en la zona:

El Desnivel (Defensa 855): empanadas y súper bifes de chorizo que justifican el aspecto desalineado del lugar y la atención regular.

El Refuerzo (Chacabuco 872): comida variada, abundante y de calidad a buen precio.

Amici Miei (Defensa 1072 1° Piso): risottos y pastas infalibles.

 

Para tomar algo en la zona:

 

Gibraltar (Perú 895): bar de culto en San Telmo, con amplia variedad de cerveza tirada a precios accesibles.

Puerta Roja (Chacabuco 733): espíritu under y diversión asegurada.

Doppelganger Bar (Juan de Garay 500): tragos de autor en un bar con onda propia.

 

LA BOCA

 

La Boca es un barrio ubicado al sudeste de la ciudad. Fue el emplazamiento del primer puerto de Buenos Aires y el lugar favorito de muchos inmigrantes italianos.

En la actualidad, La Boca es conventillos, adoquines, colores, arte, fútbol y tango.

 

Caminito” es el paseo más turístico de la zona, pero también hay otros atractivos imperdibles, como el Museo de Bellas Artes de Quinquela Martín (uno de los artistas más prestigiosos del país); el Teatro de la Ribera, donde se suceden milongas y shows en vivo gratuitos o a precios muy accesibles; y “La Bombonera”, el estadio del emblemático y popular equipo Boca Juniors.

 

También cabe decir que la Fundación PROA, que es un centro de arte contemporáneo, es muy gustoso de ver.

 

Para comer en la zona:

 

El Obrero (Agustín R. Caffarena 64): el mejor bodegón del mundo. Fin del comentario.

Café Fundación Proa (Avenida Don Pedro de Mendoza 1929): comida normal en un lugar luminoso, moderno, minimalista y con una excelente vista al Riachuelo.

 

PUERTO MADERO – LA RESERVA

 

Puerto Madero es el barrio más moderno de la ciudad y uno de los más costosos. Cuenta con un fuerte polo gastronómico, frecuentado mayormente por turistas.

Vale la pena conocerlo porque se encuentra muy cerca del microcentro porteño y porque es además un lugar estupendo para caminar entrada la noche de cara al río.

 

La Reserva es el espacio verde más grande de la ciudad (linda con el barrio de Puerto Madero) y uno de los paseos favoritos de los porteños a la hora de hacer deporte o pasar el rato en familia los fines de semana.

 

Para comer en la zona:

 

Puerto Madero está repleto de lugares para comer y tomar algo.

Carritos de Costanera Sur (el mejor el Parrillón, ubicado sobre Avenida de los Italianos, a metros de la fuente de Lola Mora): puestos callejeros frecuentados por oficinistas que trabajan en Puerto Madero pero no están dispuestos a gastar lo que cuesta un almuerzo en dicho barrio. Los sándwiches de bondiola de cerdo son los favoritos de todos los tiempos.

 

Alameda Sur (Achával Rodríguez 1431, frente a la Reserva Ecológica): los mismos sándwiches que ofrecen los carritos, pero en una confitería abierta las 24 hs. los 365 días del año.

 

Actividades y excursiones que puedes hacer en Buenos Aires 

 

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Buenos Aires lo tiene todo y es multifacética.Y por eso me animo a decir que, si tenés la dicha de visitarla, sentirás el mismo amor febril y salvaje que yo siento por ella. Y ella, eternamente seductora y astuta,  te dejará con ganas de más, de mucho más…Y vas a volver… Sin dudas vas a volver y ella, para colmo de males, va a recibirte con agrado. Porque Buenos Aires es tan libre que no es mía ni de nadie, pero también tan auténtica y espontánea que se entrega a todos sin perder su esencia.
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